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Alelu-Jah. Alabád a Jehová, porque es bueno: porque para siempre es su misericordia. ¿Quién dirá las valentías de Jehová? ¿quién contará sus alabanzas? Dichosos los que guardan juicio, los que hacen justicia en todo tiempo. Acuérdate de mí, o! Jehová, en la voluntad de tu pueblo: visítame con tu salud; Para que yo vea el bien de tus escogidos: para que me alegre en la alegría de tu gente: y me gloríe con tu heredad. Pecamos con nuestros padres, hicimos iniquidad, hicimos impiedad. Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas: no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias: mas se rebelaron sobre la mar, en el mar Bermejo. Y salvólos por su nombre: para hacer notoria su fortaleza. Y reprendió al mar Bermejo, y secóse: e hízolos ir por el abismo, como por un desierto. 10 Y salvólos de mano del enemigo: y rescatólos de mano del adversario. 11 Y cubrieron las aguas a sus enemigos: uno de ellos no quedó. 12 Y creyeron a sus palabras: y cantaron su alabanza. 13 Apresuráronse, olvidáronse de sus obras: no esperaron en su consejo. 14 Y desearon mal deseo en el desierto: y tentaron a Dios en la soledad. 15 Y él les dio lo que pidieron: y envió flaqueza en sus almas. 16 Y tomaron zelo contra Moisés en el campo: contra Aarón santo de Jehová. 17 Abrióse la tierra, y tragó a Datán, y cubrió a la compañía de Abirom. 18 Y encendióse el fuego en su compañía: la llama quemó a los impíos. 19 Hicieron el becerro en Horeb: y encorváronse a un vaciadizo. 20 Y trocaron su gloria por la imagen de un buey, que come yerba. 21 Olvidaron al Dios de su salud: que había hecho grandezas en Egipto, 22 Maravillas en la tierra de Cam, temerosas cosas sobre el mar Bermejo. 23 Y trató de destruirlos, si Moisés su escogido no se pusiera al portillo delante de él: para apartar su ira para que no los destruyese. 24 Y aborrecieron la tierra deseable: no creyeron a su palabra. 25 Y murmuraron en sus tiendas; y no oyeron la voz de Jehová. 26 Y alzó su mano para ellos; para postrarlos en el desierto, 27 Y para postrar su simiente entre las naciones; y esparcirlos por las tierras. 28 Y allegáronse a Baal-pehor; y comieron los sacrificios de los muertos. 29 Y ensañáronle con sus obras; y aumentó en ellos la mortandad. 30 Y púsose Finees, y juzgó; y la mortandad cesó. 31 Y fuéle contado a justicia de generación a generación para siempre. 32 Y ensañáronle a las aguas de Meriba; e hizo mal a Moisés por causa de ellos. 33 Porque hicieron rebelar a su espíritu, y habló inconsideradamente con sus labios. 34 No destruyeron los pueblos, que Jehová les dijo: 35 Antes se envolvieron con los Gentiles; y aprendieron sus obras: 36 Y sirvieron a sus ídolos: los cuales les fueron por ruina. 37 Y sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios. 38 Y derramaron la sangre inocente: la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán; y la tierra fue contaminada con sangres. 39 Y contamináronse con sus obras, y fornicaron con sus hechos. 40 Y encendióse el furor de Jehová sobre su pueblo; y abominó su heredad. 41 Y entrególos en poder de los Gentiles; y enseñoreáronse de ellos los que les aborrecían. 42 Y sus enemigos les oprimieron, y fueron quebrantados debajo de su mano. 43 Muchas veces los escapó, y ellos se rebelaron a su consejo; y fueron humillados por su maldad. 44 Mas él miraba, cuando estaban en angustia, oyendo su clamor. 45 Y acordábase de su concierto con ellos, y arrepentíase conforme a la muchedumbre de sus miseraciones. 46 Y hacía que tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos. 47 Sálvanos Jehová Dios nuestro, y júntanos de entre las naciones, para que loemos tu santo nombre, para que nos gloriemos de tus alabanzas. 48 Bendito Jehová Dios de Israel desde el siglo y hasta el siglo; y diga todo el pueblo: Amén, Alelu-Jah.