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Canción de las gradas. Acuérdate, o! Jehová, de David, de toda su aflicción: Que juró a Jehová, prometió al fuerte de Jacob: No entraré en la morada de mi casa: no subiré sobre el lecho de mi estrado: No daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimiento, Hasta que halle lugar para Jehová, moradas para el fuerte de Jacob. He aquí, en Efrata oímos de ella: hallámosla en los campos del bosque. Entraremos en sus tiendas: encorvarnos hemos al estrado de sus pies. Levántate, o! Jehová, a tu reposo, tú, y el arca de tu fortaleza. Tus sacerdotes vistan justicia; y tus piadosos se regocijen. 10 Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro. 11 Juró Jehová verdad a David, no se apartará de ella: de fruto de tu vientre pondré sobre tu trono. 12 Si tus hijos guardaren mi alianza, y mi testimonio que yo les enseñaré: sus hijos también se asentarán sobre tu trono para siempre. 13 Porque Jehová ha elegido a Sión: la codició por habitación para sí. 14 Este será mi reposo para siempre: aquí habitaré, porque la he codiciado. 15 A su mantenimiento daré bendición: sus pobres hartaré de pan. 16 Y a sus sacerdotes vestiré de salud; y sus piadosos exultarán de gozo. 17 Allí haré reverdecer el cuerno de David: yo he aparejado lámpara a mi ungido. 18 A sus enemigos vestiré de confusión; y sobre él florecerá su corona.