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Canción de Salmo: a los hijos de Coré. Grande es Jehová, y digno de ser en grande manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en el monte de su santuario. De hermosa situación, el gozo de toda la tierra es el monte de Sión: los lados del aquilón, la ciudad del gran Rey. Dios en sus palacios es conocido por refugio. Porque, he aquí, los reyes de la tierra fueron congregados; pasaron todos. Ellos vieron, maravilláronse grandemente, fueron asombrados: diéronse priesa. Temblor los tomó allí; dolor, como a mujer que pare. Con viento solano quiebras las naves de Társis. Como lo oímos, así lo vimos en la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios: Dios la afirmará para siempre. Selah. Esperamos, o! Dios, tu misericordia en medio de tu templo. 10 Conforme a tu nombre, o! Dios, así es tu loor hasta los fines de la tierra: de justicia está llena tu diestra. 11 Alegrarse ha el monte de Sión: regocijarse han las hijas de Judá por tus juicios. 12 Rodeád a Sión, y cercádla: contád sus torres. 13 Ponéd vuestro corazón a su antemuro: mirád sus palacios, para que lo contéis a la generación que vendrá. 14 Porque este Dios es Dios nuestro eternalmente y para siempre: él nos capitaneará hasta la muerte.