Amonesto, pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres: Por los reyes, y por todos los que están en autoridad; que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios Salvador nuestro: El cual quiere que todos los hombres sean salvos, y que vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un Dios, y asimismo un solo mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús; El cual se dio a sí mismo en precio del rescate por todos, para testimonio en su propio tiempo. Para lo que yo soy puesto por predicador y apóstol, (digo verdad en Cristo, no miento,) instruidor de las naciones en fe y verdad. Quiero, pues, que los varones oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda. ¶ Asimismo también oren las mujeres en hábito honesto, ataviándose de vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, o oro, o perlas, o vestidos costosos; 10 Mas de buenas obras, como conviene a mujeres que profesan la piedad. 11 ¶ La mujer aprenda en silencio con toda sujeción. 12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni tomarse autoridad sobre el varón, sino estar en silencio. 13 Porque Adam fue formado el primero: luego Eva. 14 Y Adam no fue engañado; mas la mujer siendo engañada incurrió en la prevaricación. 15 Empero será salva engendrando hijos, si permaneciere en la fe y caridad, y en santificación y modestia.