Salmos. 111. ¡Alaben al Señor! Le agradeceré a Él con todo mi corazón ante la congregación de los fieles. Todas las maravillas que el Señor ha hecho son estudiadas por quienes lo aman. Su honor y majestad son revelados por sus actos; su bondad perdura para siempre. Él quiere que todas las cosas que ha hecho sean recordadas; el Señor es amable y lleno de gracia. Alimenta a los que lo respetan; siempre tiene presente el acuerdo que hizo. Le demostró a su pueblos las maravillosas cosas que podía hacer al darles las tierras de otras naciones. Todo lo que hace es justo; y sus mandamientos son confiables. Permanecen sólidos para siempre. Estaba en lo correcto al decir lo que debía hacerse. Liberó a su pueblo. Y ordenó que su pacto perdurará para siempre. ¡Su nombre es santo e imponente! El principio de la sabiduría es honrar al Señor. Los que siguen sus mandamientos les va bien. ¡Su alabanza permanece para siempre!