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Reina-Valera 1865 Spanish translation

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EL LIBRO DE RUT

1  1 Y aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a peregrinar en los campos de Moab, él y su mujer y dos hijos suyos. 2 El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer era Noemí: y los nombres de sus dos hijos eran Majalón, y Quelión: eran Efrateos de Belén de Judá; y llegando a los campos de Moab asentaron allí. 3 Y Elimelec el marido de Noemí murió, y quedó ella con sus dos hijos: 4 Los cuales tomaron para sí mujeres de Moab, el nombre de la una fue Orpa, y el nombre de la otra fue Rut, y habitaron allí como diez años. 5 Y murieron también los dos, Majalón, y Quelión, y la mujer quedó desamparada de sus dos hijos y de su marido. 6 Y levantóse con sus nueras, y volvióse de los campos de Moab: porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado su pueblo para darles pan. 7 Salió pues del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá. 8 Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andád, volvéos cada una a la casa de su madre, Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos, y conmigo. 9 Déos Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido: y besólas: y ellas lloraron a alta voz. 10 Y dijéronle: Ciertamente nosotras volveremos contigo a tu pueblo. 11 Y Noemí respondió: Volvéos hijas mías: ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre que puedan ser vuestros maridos? 12 Volvéos, hijas mías, e idos, que ya yo soy vieja, para ser para varón. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y aunque esta noche fuese con varón, y aun pariese hijos, 13 ¿Habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿habíais vosotras de quedaros sin casar por amor de ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, porque la mano de Jehová ha salido contra mí. 14 Mas ellas alzando otra vez su voz, lloraron: y Orpa besó a su suegra, y Rut se quedó con ella. 15 Y ella dijo: He aquí, tu cuñada se ha vuelto a su pueblo, y a sus dioses, vuélvete tú tras de ella. 16 Y Rut respondió: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque donde quiera que tú fueres, iré: y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo, mi pueblo: y tu Dios, mi Dios. 17 Donde tú murieres moriré yo, y allí seré sepultada: así me haga Jehová, y así me dé, que sola la muerte hará separación entre mí y ti. 18 Y viendo ella que estaba tan obstinada para ir con ella, dejó de hablarla. 19 Anduvieron pues ellas dos, hasta que llegaron a Belén: y aconteció que entrando ellas en Belén, toda la ciudad se conmovió por ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí? 20 Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, mas llamádme Mara, porque en grande manera me ha amargado el Todopoderoso. 21 Yo me fuí de aquí llena, mas vacía me ha vuelto Jehová. ¿Por qué, pues, me llamaréis Noemí, pues que Jehová me ha oprimido, y el Todopoderoso me ha afligido? 22 Y así volvió Noemí y Rut Moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén en el principio de la siega de las cebadas. 2  1 Y tenía Noemí un pariente de su marido, varón poderoso y de hecho, de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz. 2 Y Rut la Moabita dijo a Noemí: Ruégote que me dejes ir al campo, y cogeré espigas en pos de aquel en cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Hija mía, vé. 3 Y yendo, llegó, y cogió en el campo en pos de los segadores, y aconteció por acaso, que la suerte del campo era de Booz, el cual era de la parentela de Elimelec. 4 Y, he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: Jehová sea con vosotros. Y ellos respondieron: Jehová te bendiga. 5 Y Booz dijo a su criado, el que estaba puesto sobre los segadores: ¿Cúya es esta moza? 6 Y el criado, que estaba puesto sobre los segadores, respondió, y dijo: Es la moza de Moab, que volvió con Noemí de los campos de Moab: 7 Y dijo: Ruégote que me dejes coger y juntar espigas tras los segadores entre las gavillas: y así entró, y está aquí desde por la mañana hasta ahora: sino un poco que ha estado en casa. 8 Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a coger a otro campo, ni pases de aquí: y aquí estarás con mis mozas. 9 Mira bien al campo que segaren, y síguelas: porque yo he mandado a los mozos que no te toquen. Y si tuvieres sed, vé a los vasos, y bebe del agua que sacaren los mozos. 10 Ella entonces inclinando su rostro encorvóse a tierra, y díjole: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos, que tú me conozcas, siendo yo extranjera? 11 Y respondiendo Booz, díjole: De cierto me ha sido declarado todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, que dejando a tu padre y a tu madre, y la tierra de tu natural, has venido a pueblo que no conociste antes. 12 Jehová galardone tu obra, y tu salario sea lleno por Jehová Dios de Israel, que has venido para cubrirte debajo de sus alas. 13 Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos, porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, no siendo yo ni aun como una de tus criadas. 14 Y Booz le dijo: A la hora de comer, allégate aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y ella se asentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se hartó y le sobró: 15 Y levantóse para coger. Y Booz mandó a sus criados, diciendo: Coja también entre las gavillas, y no la avergoncéis. 16 Antes echaréis a sabiendas de los manojos, y dejarla heis que coja, y no la reprendáis. 17 Y cogió en el campo hasta la tarde, y desgranó lo que había cogido, y fue como un efa de cebada. 18 Y tomólo y vínose a la ciudad: y su suegra vio lo que había cogido. Y ella sacó también lo que le había sobrado después de harta, y dióselo. 19 Y díjole su suegra: ¿Dónde has cogido hoy? ¿Y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha conocido. Y ella declaró a su suegra lo que le había acontecido con aquel varón, y dijo: el nombre del varón con quien hoy he trabajado, es Booz. 20 Y dijo Noemí a su nuera: Sea él bendito de Jehová, que aun no ha dejado su misericordia ni para con los vivos, ni para con los muertos. Y tornóle a decir Noemí: Nuestro pariente es aquel varón, y de nuestros redentores es. 21 Y Rut Moabita dijo: Allende de esto me dijo: júntate con mis criados, hasta que hayan acabado toda mi segada. 22 Y Noemí respondió a Rut su nuera: Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas, que no que te encuentren en otro campo. 23 Y así ella se juntó con las mozas de Booz cogiendo, hasta que la siega de las cebadas y la de los trigos fue acabada; mas con su suegra habitó. 3  1 Y díjole su suegra Noemí: Hija mía, ¿no te tengo de buscar descanso, que te sea bueno? 2 ¿No es nuestro pariente Booz, con cuyas mozas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas. 3  pues lavarte has, y ungirte has, y vestirte has tus vestidos, y vendrás a la era, y no te darás a conocer al varón hasta que él acabe de comer y de beber. 4 Y cuando él se acostare, sabe tú el lugar donde él se acostará, y vendrás, y descubrirás los pies, y acostarte has: y él te dirá lo que hayas de hacer. 5 Y ella le respondió: Todo lo que tú me mandares, haré. 6 Y descendiendo a la era, hizo todo lo que su suegra le había mandado. 7 Y como Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo bueno, entróse a dormir a un canto del montón. Entonces ella vino escondidamente, y descubrió los pies, y acostóse. 8 Y aconteció, que a la media noche el varón se estremeció, y atentó, y, he aquí la mujer que estaba acostada a sus pies. 9 Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva: extiende el canto de tu capa sobre tu sierva, que redentor eres. 10 Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía, que has hecho mejor tu postrera gracia que la primera: no yendo tras los mancebos, sean pobres, o sean ricos. 11 No hayas temor pues ahora, hija mía: yo haré contigo todo lo que tú dijeres, pues que toda la puerta de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa. 12 Y ahora aunque es cierto que yo soy el redentor; con todo eso hay otro redentor más cercano que yo. 13 Reposa esta noche, y cuando sea de día, si aquel te redimiere, bien, redímate: mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Reposa pues hasta la mañana. 14 Y reposó a sus pies hasta la mañana, y levantóse antes que nadie pudiese conocer a otro, y él dijo. No se sepa que la mujer haya venido a la era: 15 Y dijo a ella: Llega el lienzo que traes sobre ti, y ten de él. Y teniendo de él, él midió seis medidas de cebada, y púsoselas acuestas, y vínose a la ciudad. 16 Y vino a su suegra, la cual le dijo: ¿Qué pues, hija mía? Y ella le declaró todo lo que con aquel varón le había acontecido. 17 Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dió, diciéndome: Porque no vayas vacía a tu suegra. 18 Entonces ella dijo: Reposa, hija mía, hasta que sepas como cae la cosa; porque aquel hombre no reposará hasta que hoy concluya el negocio. 4  1 Y Booz subió a la puerta, y asentóse allí: Y, he aquí, pasaba aquel redentor del cual Booz había hablado. Y díjole: Fulano, o zutano, llégate, y siéntate: y él vino, y sentóse. 2 Entonces él tomó diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentáos aquí. Y ellos se sentaron. 3 Y dijo al redentor: Una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec, vendió Noemí, la que volvió del campo de Moab. 4 Y yo dije en mí de hacértelo saber, y decirte que las tomes delante de los que están aquí sentados, y delante de los ancianos de mi pueblo. Si redimieres, redime. Y si no quisieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa: porque no hay otro que redima si no tú; y yo después de ti. Y el otro respondió: Yo redimiré. 5 Entonces replicó Booz: El mismo día que tomares las tierras de mano de Noemí, tomaste también a Rut Moabita mujer del difunto, para que levantes el nombre del muerto sobre su posesión. 6 Y el redentor respondió: No puedo yo redimir a mi provecho; porque echaría a perder mi heredad; redime tú mi redención; porque yo no podré redimir. 7 Y había ya de luengo tiempo esta costumbre en Israel en la redención o contrato, que para la confirmación de cualquier negocio el uno quitaba su zapato, y lo daba a su compañero. Y éste era el testimonio en Israel. 8 Entonces el pariente dijo a Booz: Tómalo tú. Y diciendo esto descalzó su zapato. 9 Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros seréis hoy testigos de como tomo todas las cosas que fueron de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión, y de Majalón de mano de Noemí; 10 Y que también tomo por mi mujer a Rut Moabita, mujer de Majalón, para que yo levante el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se pierda de entre sus hermanos, y de la puerta de su lugar. Vosotros seréis hoy testigos. 11 Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Qué somos testigos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa, como a Raquel y a Lia, las cuales dos edificaron la casa de Israel: y seas ilustre en Efrata, y tengas nombradía en Belén. 12 Tu casa sea como la casa de Fares, al cual parió Tamar a Judá, de la simiente que Jehová te diere de aquesta moza. 13 Y así Booz tomó a Rut, y ella fue su mujer. El cual como entró a ella, Jehová le dio que concibiese, y pariese un hijo. 14 Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase redentor hoy, cuyo nombre será nombrado en Israel. 15 El cual será restaurador de tu alma, y el que sustentará tu vejez: pues que tu nuera, la cual te ama, le ha parido, que más te vale ésta, que siete hijos. 16 Y tomando Noemí el hijo, púsole en su regazo, y fuéle su ama. 17 Y las vecinas le pusieron nombre, diciendo: A Noemí ha nacido un hijo: y llamáronle Obed. Éste es padre de Isaí, padre de David: 18 Y estas son las generaciones de Fares: Fares engendró a Jesrón; 19 Y Jesrón engendró a Ram, y Ram engendró a Aminadab; 20 Y Aminadab engendró a Naasón, y Naasón engendró a Salmón; 21 Y Salmón engendró a Booz, y Booz engendró a Obed; 22 Y Obed engendró a Isaí, e Isaí engendró a David.